Politica | Fecha: 2021-03-23

IFE y ATP: aseguran que ante un rebrote “se tomarán medidas excepcionales”

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Desde el Gobierno indicaron que “si la situación sanitaria empeora” se tomarán medidas que se evaluarán en el momento. El IFE y ATP no están en el presupuesto.

Los temores por una segunda ola de contagios en la Argentina y el regreso de medidas restrictivas, cuestionaron al Gobierno que reconoció que volvería a tomar “medidas excepcionales” para ayudar económicamente a quienes más lo necesiten. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, adelantó que “la vuelta del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), no está en el presupuesto” pero indicó que se tomarán “medidas excepcionales que se evaluarán en el momento”.

En declaraciones el ministro dijo: “Yo tengo que sostener la asistencia alimentaria, crear 300 mil puestos de trabajo, urbanizar 400 barrios y poner en marcha 800 jardines. Si hay un rebrote, si se complica la situación sanitaria, vamos a tomar medidas excepcionales que vamos a evaluar en el momento, pero lo vamos a hacer“.

El año pasado, el Gobierno impulsó el IFE que llegó a 9 millones de personas con tres pagos de $10.000 cada uno que se concretaron entre abril y septiembre de 2020. Además, se destinó $270.000 millones a esta ayuda que llegaba a desocupados, titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), empleadas domésticas, trabajadores informales y monotributistas de las categorías A y B.

También se llevó a cabo el programa de ATP que fue fundamental para sostener la actividad privada en medio de la cuarentena estricta porque el Estado se hacía cargo del pago de hasta el 50% de los salarios.

En ese marco, Arroyo precisó que previo a la llegada del COVID-19 al país había “8 millones de personas que recibían asistencia alimentaria”. Ahora, esa cifra aumentó “a 11 millones y actualmente está en 10 millones porque la gente ya puede hacer changas, pero no le rinde la plata”.

El funcionario advirtió que “el año pasado se cerró toda la actividad”. “Para mí, abril, mayo y junio fueron los meses más complicados porque desbordaron los comedores. Este año es distinto: si una maestra o un alumno tiene coronavirus, se cierra el aula, no la escuela; si una fábrica tiene problemas, no afectará a todo el sector productivo”, opinó.

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