Internacionales | Fecha: 2017-04-09

Las dudas que rodean al supuesto ataque químico que llevó a Estados Unidos a bombardear Siria

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Lanzó más de 50 misiles a una base aérea siria y murieron seis personas

El reciente ataque de Estados Unidos contra una base militar siria se sustenta en una idea cardinal: el régimen de Bashar al Asad posee armas químicas y las usó el 4 de abril en un bombardeo que dejó más de 80 muertos.

Sin embargo, aunque el gobierno de Donald Trump y otras naciones asumen eso como una verdad incuestionable, la idea tiene más de un detractor.

El principal es Rusia, aliado de Al Asad, que insiste en que lo que sucedió fue que resultó golpeado un almacén con agentes tóxicos en manos de fuerzas rebeldes.

Pero Moscú no está solo y el abanico ideológico de escépticos es tan amplio que va desde los grupos de derecha en Estados Unidos que creen que embaucaron al presidente, hasta WikiLeaks.

"Cuando matas a niños inocentes, a bebés, con un gas químico que es tan letal... Eso cruza muchas líneas, va más allá de una línea roja. Mi actitud hacia Siria y Al Assad ha cambiado mucho", afirmó Donald Trump un día antes de que los misiles Tomahawk despeguen de los destructores estadounidenses en el mar Mediterráneo.

Como él, durante todo el viernes, funcionarios de su gobierno defendieron la misma idea: Al Asad atacó civiles con armas químicas y Estados Unidos considera que eso es una amenaza para su seguridad nacional estadounidense.

Versiones encontradas

Por supuesto que el gobierno sirio fue el primero en rechazar la versión estadounidense, que además es apoyada por Francia y Reino Unido.

Por su parte Rusia, aliada de Al Asad, sostiene que lo que sucedió el martes en Khan Sheikhoun fue que los aviones sirios destruyeron un depósito rebelde donde se hallaban armas químicas.

Este viernes, después del bombardeo ordenado por Trump, Dmitry Peskov, vocero del presidente ruso Vladimir Putin, reiteró que "el ejército sirio no tiene armas químicas".

De hecho, oficialmente Rusia se ocupó de destruirlas después de llegar a un acuerdo para evitar un ataque de Estados Unidos sobre Siria en 2013.

Desde el principio, los rusos señalaron que resultaba "muy sospechoso" que se produzca un ataque con armas químicas en Siria.

"Existen fuerzas que se proponen privar de legitimidad al gobierno sirio, existen fuerzas terroristas y aquellos que apoyan a los terroristas", señaló Peskov al tiempo que insistía que sólo las fuerzas opositoras de Al Asad se beneficiarían con un bombardeo con armas químicas.

El coronel Hamish de Bretton Gordon, antiguo responsable del regimiento de armas químicas y radiológicas del ejército británico, le dijo a la BBC que la versión rusa sólo se explica porque "tratan de proteger a un aliado".

"La idea de que era un almacén de Al Qaeda que fue destruido es completamente insostenible y falsa", agregó.

Coincide Oliver Lepick, un experto francés en armas químicas citado por la agencia AFP, dijo que la tesis rusa es "completamente imaginaria".

"No se sostiene por un momento", señaló Lepick quien describió lo sucedido en Khan Sheikhun como un fenómeno de "aerosolización", muy efectivo y que sólo puede provocar un arma y no una explosión accidental.

Lepick considera que la explosión de un almacén hubiera provocado una nube tóxica pero el gas no se hubiera dispersado de manera tan efectiva.

Aunque Julien Legros, del Centro Nacional de Investigación de Francia, dijo que no se puede descartar la versión rusa como posible.

Para Legros, aunque es cierto que la mayor parte del agente tóxico hubiera sido destruido por la explosión, es posible que una parte se hubiera esparcido.

"Si con 10 miligramos se puede matar a una persona y se esparce el 10% de una tonelada, tienes suficiente para matar a varios cientos".

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